ENTREGA DE UN ORDENADOR PORTATIL, A LA SOBRINA DE LILA SUELLIKI, TRABAJA EN LA PRESIDENCIA, Y PARTICIPA EN EL MOVIMIENTO DE MUJERES SAHARAUIS.
LA ENTREGA SE HIZO EN EL MINISTERIO DE SALUD PUBLICA.
EL VIDEO. EL SAHARA ES TENYEIX DE BLANC-I-BLAU
17/11/2013
El conegut soci Ernest Vilches organitza un campionat d'homenatge a Dani Jarque on desenes de nens saharauís van participar amb samarretes de l'Espanyol donades pel club a l'Associació per al Desenvolupament de Projectes Solidaris al Sàhara.
Redacció, 15:00 h. Desenes de nens saharauís van participar en un torneig d'homenatge a Dani Jarque amb samarretes de l'Espanyol que el club va donar a l'Associació per al Desenvolupament de Projectes Solidaris al Sàhara. El soci espanyolista Ernest Vilches, conegut entre d'altres coses per la seva reivindicativa participació en la junta d'accionistes de l'any passat i per per iniciatives com recaptar fons per l'Associació venent estelades blanc-i-blaves, va ser l'encarregat d'organitzar el campionat, com explica en aquest reportatge de BTV.
| Premiada 'Mayibuye. (Retorno al Sáhara Occidental)'
Efe (Alicia G. Arribas) | Dajla (Argelia)
Actualizado domingo 13/10/2013 19:20 horas
'Mayibuye. (Retorno al Sáhara Occidental)', del sudafricano Milly Moabl, ha conseguido la 'Camella Blanca', el máximo galardón del Festival de cine FiSahara, que esta décima edición concedió un Premio especial a '5 cámaras rotas', codirigida por el israelí Guy Davidi y el palestino Emad Burnat.
El Festival, que entregó sus premios la noche del sábado en una gala con participación de los más altos cargos del Frente Polisario, también reconoció el trabajo del marroquí Nadir Bouhmouch 'Mi Makhzen & Me' y el primer largo de la escuela de cine del Sahara Abidin Kaid Saled que presentaron un grupo de estudiantes, 'Patria dividida'.
La fiesta culminaba un día especial en los campamentos de refugiados de Djala, ya que el 12 de octubre se celebra el día nacional de la reunificación de las tribus nómadas saharauis.
Tonito Carotone
Payasos, cooperantes, cineastas y periodistas vivieron el final de esta última jornada a ritmo de Tonino Carotone, que ofreció un divertido concierto en el que participó todo el mundo, sobre todo los saharauis, que acabaron abrazando al músico navarro que, por su parte, se despidió visiblemente emocionado.
"Lloré -dice el artista a Efe-. Lo que sentí es que no se puede definir con palabras. Es un público muy especial, y no es fácil porque ellos tienen su música. Cuando se murió mi padre me hice el duro y me costó mucho llorar. Ahora he recuperado esa lágrima en el desierto", resume.
Miradas como las que se lleva la fotógrafa freelance Beatriz Portinari en una buena colección de retratos, tan hermosos como tristes, de las mujeres saharauis: "Son las más poderosas que he visto en todo el mundo árabe".
Y después, la sensación agridulce de los que se quedan, la mezcla de la enorme gratitud por los días en los que el cine les hizo visibles para el mundo, y la pena de quedarse de nuevo en su vivir cotidiano, una vez desmontadas la jaimas comunales, en los tremendos secarrales que son las calles y plazas de Dajla.
"Cuando se apaga el proyector y cargamos los camiones, nos vamos convencidos de que el proyecto sigue vivo, primero, porque cada uno de nosotros lleva el Sahara en el corazón y se convierte en un embajador de los saharauis", asegura a Efe la directora ejecutiva del festival, María Carrión.
"Y segundo -añade-, porque cuando el festival se clausura empieza el curso en la Escuela de Cine, y cuando volvamos, al año que viene, veremos sus películas en el XI festival".
Una escuela que fue creada en 2011 por iniciativa del FiSahara y cuenta con el soporte del Ministerio de Cultura y de diversas asociaciones sin ánimo de lucro, así como de algunos cineastas que han hecho donaciones de material, como Pedro Almodóvar.
Según ha explicado a Efe el director de la escuela, Omar Ahmed, los recursos son tan escasos que los alumnos, que viven en la escuela los dos años que dura la formación, pasaron apuros para comer.
"Si no hubiera sido por el esfuerzo de los muchachos, que han implicado a familiares y amigos, la primera película no se habría rodado nunca", ha dicho Ahmed.
Habla de 'Patria dividida', un largometraje en el que los actores son los propios estudiantes y la gente de la wilaya '27 de febrero', ahora wilaya Bojador (una de las cinco que se extienden por el desierto de Argelia) donde se ubica la escuela.
Hoy, la visita de las gentes del FiSahara ha traído hasta la wilaya al presidente República Saharaui, Mohamed Abdelaziz, quien tuvo palabras de agradecimiento para los organizadores del festival de cine y de elogio para los chicos de la escuela.
"FiSahara -ha dicho Abdelaziz- es un espacio de contacto, de encuentro y de debate sobre la justicia, la paz y la democracia (...) que representa la defensa de los derechos humanos y del pueblo saharaui y de la solidaridad con nosotros".
Para los habitantes de Dajla, el secreto y la esperanza está en los cantos 'sakarit' que las mujeres saharauis hacen con su lengua como signo de alegría y celebración: "Labadí, labadí, ann takerir al masir: No hay otra solución que la autodeterminación".
FESTIVAL SAHARA
CONCLUYE LA 10ª EDICIÓN DE FISAHARA CON EL
TRIUNFO DE LOS DERECHOS HUMANOS
- activistas y cineastas del mundo árabe, protagonistas del festival
- por primera vez, se contó con la participación de un director marroquí
- FiSahara rindió un homenaje especial a las mujeres saharauis
Los proyectores volvieron a encenderse en medio del campamento de población refugiada saharaui de Dajla (Argelia). El Festival Internacional de Cine del Sáhara (FiSahara) consiguió, un año más, acercar la cultura al pueblo saharaui, que vive en el exilio desde hace 38 años. Esta fue la décima edición, celebrada del 8 al 13 de octubre, y tuvo un marcado carácter internacional.
Hasta la wilaya de Dajla viajaron directores, actores y activistas internacionales así como saharauis de los territorios ocupados, defensores de los Derechos Humanos. Entre ellos: el marroquí Nadir Bouhmouch (el primer cineasta de este país que participa en FiSahara), el israelí Guy Davidi (codirector de la película nominada a los Oscars ‘5 cámaras rotas’), la egipcia Salma Shamel (miembro del colectivo Mosireen, de la plaza Tahrir), el saharauiSalah Amaidan (actor protagonista del film ‘The Runner’) o la zimbabwense Maureen Shibanda (miembro del colectivo Witness).
Esta décima edición estuvo dedicada a las mujeres saharauis, con diversos encuentros con la Unión Nacional de Mujeres Saharauis que expusieron sus proyectos a los asistentes. Además, participaron en la proyección de la película ‘Girl Rising’ (EE.UU.) de la mano de su productora ejecutiva Martha Adams, en el marco del día mundial de la niña. Al festival también acudieron las actrices españolas Melani Olivares y Ana Wagener.
‘Mayibuye I (retorno al Sáhara Occidental)’, de la sudafricana Milly Moabi, fue quien consiguió el máximo galardón que otorga FiSahara: la camella blanca, que esta edición concedió el premio especial a ‘5 cámaras rotas’, codirigida por el israelí Guy Davidi y el palestino Emad Burnat. Además, fueron premiadas las películas ‘My Makhzen and me’, del marroquí Nadir Bouhmouch, y el primer largo de la escuela de formación audiovisual Abidin Kaid Saled (creada por FiSahara en 2011), 'Patria dividida'.
La clausura del festival contó con la actuación musical de Pello Reparaz y Tonino Carotone, que animó a bailar a todos los asistentes, y con lectura de un manifiesto de los cineastas internacionales, que concluyeron: “Hasta que no termine la carrera de los saharauis hacia su libertad, vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para apoyarles”.
El actor destaca "la cantidad de actores, actrices y directores" que se han sumado año tras año al festival
14-10-2013 10:38
El actor español Willy Toledo. EFE
El FiSahara ha superado, por décimo año consecutivo, el reto inmenso de poner en marcha un acontecimiento como este en Dajla, el desierto de los desiertos, la nada más absoluta bordeando la frontera argelina, donde conseguir agua, luz o una simple aspirina es todo un milagro.
"Tiene mucho de heroico fabricar, construir, diseñar y mantener en el tiempo un festival como éste", asegura a Efe el codirector del FiSahara y actor español Willy Toledo, que se ha trasladado al desierto desde su residencia actual en La Habana para celebrar el X aniversario del único festival de cine que ocurre en un campo de refugiados.
El proyecto, que nació por iniciativa de cineastas españoles bajo la dirección del peruano Javier Corcuera, se ha convertido con los años en un evento cultural en el que se implica toda la población exiliada: las familias acogen en sus casas (jaimas) a los invitados, a los que cuidan como si fueran parientes.
"Es una lucha titánica que implica el esfuerzo y las ganas y la ilusión de muchísima gente que lo hace todo de manera absolutamente desinteresada", recuerda Toledo, para quien los años han cambiado el festival para bien.
Se nota, dice, que en el festival "va estando todo más organizado, se cumplen los horarios y la colaboración entre la parte saharaui y los que venimos de Madrid está cada vez más engrasada; ten en cuenta -apunta- que son dos maneras muy diferentes de trabajar, dos culturas, dos idiomas y dos formas de hacer y estar".
Este año ha salido todo a la perfección, considera Toledo, "el trabajo ha sido espectacular, la gente de Djala ha trabajado meses para recibir al festival y tenerlo todo preparado para cuando llegásemos y, desde Madrid, el grupo ha estado cada vez más compacto y organizado".
La novedad se llama María Carrión, una mujer menuda y de energía inacabable que ha venido al festival con su familia, consultora de comunicación para Amnistía Internacional y directora en Nueva York del programa "Democracy Now!", desde este año, directora ejecutiva del FiSahara. Un aire nuevo y más internacional, explica Toledo.
"En los últimos ocho años, el FiSahara se había convertido en un intercambio bilateral entre el cine español y el pueblo saharaui; eso sigue existiendo, porque es la gente del cine español la que hace que continúe, pero pecábamos de inmovilismo y las cosas inmóviles acaban oxidándose y no se sabe bien para dónde van", resume.
Por eso, señala, la obsesión por salir al exterior ya era "urgente".
Este año, además, para celebrar el X aniversario, le añadieron "un cariz más político", por eso, explica, ha habido más cine documental y los talleres han ampliado sus objetivos casi exclusivamente cinematográficos de ediciones anteriores.
"Este año -agrega el protagonista de "El otro lado de la cama"- le dimos importancia a la cámara como instrumento de combate político".
La situación en el Sahara, recuerda, no ha cambiado en los últimos 38 años, los mismos que llevan recluidos en este desierto argelino.
"No se cuánto más pueden aguantar, sólo puedo decir que estaré con ellos decidan lo que decidan, si quieren seguir su lucha por métodos pacíficos y diplomáticos, en Naciones Unidas, yo les voy a apoyar porque tienen toda la razón pero si eligen cualquier otro camino, también, porque siguen teniendo toda la razón", resume.
"Mi vida ahora mismo está en La Habana, sigo buscando trabajo, y, de momento, haré una película en Colombia, 'Tres', segundo largometraje de Salvador Valencia", añade.
El actor destaca "la cantidad de actores, actrices y directores" que se han sumado año tras año al FiSahara: desde Javier y Carlos Bardem, Juan Diego Botto o Aitana Sánchez Gijón; Elena Anaya, Julio Medem, Luis Tosar o Miguel Ángel Silvestre, a las dos "novatas" de este año: Ana Wagener y Mélani Olivares.
"Esto es mucho más de lo que yo esperaba, es fascinante, tengo que ir asimilando todo esto: va a quedarse en mi retina y en mi corazón mucho tiempo", afirma la ganadora de un Goya por su trabajo en "La voz dormida".
Wagener destaca la generosidad del pueblo saharaui y cómo han sabido mantener la dignidad.
A Olivares le parece "un milagro" que se pueda hacer un festival de cine "en las circunstancias en las que está esta gente".
La actriz de la serie de televisión "Aída" es madre de Martina, una niña etíope que hoy cumple siete años y que está con ella en esta experiencia: "Me parece vergonzoso que el mundo mire para otro lado mientras ellos están aquí".
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Los cineastas Nadir Bouchmouch –con sombrero de paja- y Guy Davidi.
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La fisionomía del campamento de refugiados de Dajla ha vuelto a cambiar de aspecto. Ha llegado la gente del cine, con toda la parafernalia con la que lo hace una vez al año desde 2003, que empezó a celebrarse el Festival Internacional de Cine del Sáhara (FiSahara). Camiones, coches, cables, proyectores, pantalla…y toda la tropa humana que viene detrás llegada desde Madrid. Cineastas, productores, actores y actrices, voluntarios, activistas y un buen número de medios de comunicación, también con sus cámaras de vídeo y fotos, sus ordenadores y todo el jaleo de voces queriendo organizar todo en poco tiempo. Es un campamento de refugiados, nada que ver con cualquier otro lugar del mundo. Cuesta poner orden entre la expedición que va a alterar la rutina de su vida cotidiana, tan parecida y angustiosa en 37 años de exilio.
A pesar de que todo parece igual de caótico al principio que en las nueve anteriores, la edición de este año tiene algo de especial. Es la décima (en el 2004 no hubo), número redondo, y esta vez la organización le ha querido dar un contenido diferente. No se trata solo de llevar cultura, entretenimiento y solidaridad a un pueblo que vive en la injusticia desde 1975, que ya es bastante, sino de dotarle de un punto referencial entre este tipo de festivales que no tienen que ver con la comercialidad y el cine como negocio.
Las revueltas árabes, el papel de la mujer en ese mundo y, sobre todo, los derechos humanos en todo el mundo es el enfoque de partida de este FiSahara aniversario.
Aunque la expedición llegó en la noche del martes, no fue hasta la del miércoles su apertura oficial, precedida con una gala en la que la Ministra de Cultura Saharaui, Jadiya Hamdi, destacó esos tres aspectos. Sin embargo, ya hubo actividades esa misma mañana que incidían en ese nuevo carácter del festival.
Nadir Bouchmouch es un cineasta marroquí, pertenece al movimiento 20 de Febrero y viene con Mi Makhzen y yo, una de las películas de la gala inaugural. En ella intenta denunciar las acciones que la policía marroquí llevó a cabo para infiltrarse en las manifestaciones -y reventarlas- ocurridas en Rabat en febrero de 2011, el conato marroquí de primavera árabe. Bouchmouch vive en peligro desde entonces, vigilado por la policía de su propio país, y sabe que a partir de ahora, lo va a ser aún más. Acudiendo al FiSahara ha tomado partido por la causa saharaui, lo que le va a granjear más antipatías en Marruecos. “Sé a lo que me arriesgo viniendo aquí”, confesaba el miércoles por la mañana, “pero si he querido enseñar en mi país cómo actúa nuestras fuerzas de seguridad, y cómo actúan con los movimientos de oposición, creo que también debo hacer algo para que vean de otra forma el conflicto que tenemos con el Sáhara. Hay que luchar contra tanto prejuicio”
A su lado estaba Guy Davidi, un cineasta israelí del que se proyectó en la inauguración su película Cinco cámaras rotas, seleccionada para los Emmy de 2012 y el Óscar de 2013, realizada junto al periodista palestino Edmad Burnat, que se quedó en Cisjordania curándose de las heridas que narra en la propia cinta, un documental también que recoge la represión de la fuerzas de ocupación israelíes en Cisjordania. El valor simbólico de que la hayan hecho dos cineastas de bandos contrarios aparece muy potente en esta edición de FiSahara y resulta esperanzador para los propios saharauis. Quieren ven en el cineasta marroquí Nadir Bouhmouch el equivalente al israelí Guay Davidi. Y el propio Davidi lo dijo: “Mi película quiere dar testimonio desde la parte israelí igual que Nadir lo hace desde Marruecos con el Sáhara”. Ninguno de los dos está por la resolución violenta.
Y, entre el cineasta marroquí y el israelí estaba el holandés Wim Brower, representante de Amnistía Internacional y de Movies That Matter (Películas que Importan), una de las organizaciones internacionales que colaboran este año con el FiSahara. “Es necesario recalcar la importancia de este tipo de películas”, reconoció. “Crean caminos nuevos, y que se proyecten en un festival así debe animar más a que los saharauis sigan haciendo su películas”.
Efectivamente ese camino ya lo han iniciado los saharauis desde que en 2010 se inauguró una escuela de cine en los campamentos de refugiados, única en el mundo, fruto del propio FiSahara, que lo fijó como uno de los objetivos allá por 2003. Ya ha salido la primera promoción de alumnos y ya han realizado su primer largometraje, tras varios cortos experimentales.
En la jornada de inauguración también se proyectó La vida de Pi -sigue sigue entrando también el cine comercial y de entretenimiento-, y The runner, una película francesa que cuenta la historia de Salah Ameidan, un atleta que vive en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos que en unos campeonatos internacionales alcanzó un primer puesto. Cuando fueron a ponerle la medalla, en lugar de enarbolar la bandera marroquí, bajo la que competía oficialmente, se enrolló en una saharaui. Un acto de valentía que también ha cambiado su vida. Estos días es también, uno de los protagonistas del FiSahara, y los chiquillos le rodean y quieren hacerse fotos con él.
FiSahara concluye el sábado con la actuación de Tonino Carotone, y hasta ese día se proyectarán películas como Lo imposible, Astérix y Obélix, Oz el poderoso, Girl rising… además de numerosos documentales de temática árabe y derechos humanos.
EL TEMA DEL MÚSICO NAVARRO GANÓ EL CONCURSO 'UNA CANCIÓN PARA EL SÁHARA'
El próximo octubre participará en el festival de cine que se celebra anualmente en los campamentos de refugiados
FERNANDO F. GARAYOA - Miércoles, 25 de Septiembre de 2013 - Actualizado a las 06:04h
Pello Repáraz, artista inquieto y comprometido, siempre con la música a cuestas. (OSKAR MONTERO)
Vista:
PAMPLONA. Pello Repáraz, músico navarro oriundo de Arbizu, participará el próximo mes de octubre en el Festival Internacional de Cine del Sáhara (FiSahara). Un viaje proporcionado por su composiciónOroi-tzapenetan (En el recuerdo), con la que ganó, el pasado mayo, la primera edición del concurso Una canción por el Sáhara, organizada por la asociación vitoriana Amigos y amigas del Rasd.
El tema compuesto por Repáraz nace de la experiencia vivida en primera persona en los campamentos de refugiados del pueblo saharaui, campamentos que visitó el pasado año como integrante del grupo Vendetta, que realizó una gira acústica por los mismos. "La experiencia que vivimos allí fue increíble, la leche, algo que te deja verdaderamente marcado. De hecho, tenemos la tarea pendiente de publicar una especie de documental para trasladar a la gente lo que vivimos. Una historia que requiere su tiempo y que estamos realizando junto Lur Larraza, el backliner que nos acompañó. Mientras la llevamos a cabo seguimos no con una deuda pero sí con ganas de exteriorizar lo que experimentamos. Esa fue la motivación que me llevó a presentarme al concurso y exteriorizar lo que viví a través de una canción, que es como tanto mis compañeros en Vendetta como yo solemos contar las cosas".
El resultado lleva por nombre Oroitzapenetan, una composición que se desmarca del estilo habitual de Vendetta. "Instrumentalmente hablando, lo bueno de esta canción es que no la escribí para una banda, lo que me dio un abanico mucho más amplio, ya que no se trataba de un tema que había que interpretar en directo con un formato concreto. Además, en lo que a la música se refiere, puede decirse que es mi primer pinitocon la electrónica, ya que la base cuenta con algunos sintetizadores. Me encanta experimentar y, en este sentido, estoy muy contento con el resultado". La canción fue grabada y mezclada en su totalidad por Pello, en su propio estudio, aportando él mismo todos los instrumentos. "Tiene cierta producción pero manteniendo la columna vertebral que ofrece el mensaje, lo que permite poder tocarla perfectamente en acústico".
Un mensaje sobre el que ciertamente recae el protagonismo del tema. "Recuerdo mucho las conversaciones con los jóvenes de allí. Jóvenes que tras cursar sus estudios en otros países, como Cuba, prefieren, en su gran mayoría y sin dudar, volver al desierto en lugar de iniciar una nueva vida, al modo occidental, en cualquier otro lugar del mundo. Esto me llamaba mucho la atención, que los jóvenes decidan regresar al desierto, a un modo de vida que solo es esperar... Por eso la base de la canción es la añoranza, ese respeto y esa importancia que tiene en sus vidas el recuerdo de su tierra; un recuerdo que en muchos casos ni siquiera es suyo, porque no lo han vivido, se lo han transmitido sus padres generación tras generación. Eso es algo tan increíble, son unos valores que aquí no tenemos tan interiorizados, que han dado lugar a la canción, que es muy melancólica, pero siempre desde un punto de vista positivo".
EUSKERA Y DIRECTO Repáraz ha compuesto e interpretado la canción en euskera por una razón muy sencilla. "Sé que la situación que vivimos nosotros en Arbizu y la que viven ellos allí no es para nada comparable, es muy diferente en cuanto al grado, pero sí tiene cierta similitud y por eso creo que me salió la vena de escribirla en euskera".
Ya con la canción y el premio en el bolsillo, Repáraz participará junto a Lur Repáraz, el músico que ha elegido para acompañarle, entre los días 8 y 13 de octubre en la décima edición del FiSahara. "En este tipo de concursos el premio suele ser dinero, pero es que no hay dinero que pueda superar a este viaje, a lo que vives en los campamentos. Allí, al margen de participar en las diferentes actividades del festival de cine, el último día ofreceremos un concierto acústico en el que interpretaremos la canción premiada así como otros temas que he compuesto para Vendetta y que me parece interesante tocarlos allí". Para este concierto, y aunque Oroi-tzapenetan ya ha viajado por su cuenta al Sáhara, Pello Reparáz ofrecerá cuartillas con la traducción para que el público la pueda hacer suya. Además, el concierto de clausura tendrá un predominante sabor navarro, ya que el otro
Comentarios
20.09 | 13:22
Gracias, Ernesto. me gustaria tener mas info, porque nos vanos meternos e...
20.09 | 13:16
Seguimos con el proyecto.
20.09 | 10:16
Hola, soy de una ONG IT,tengo un depliant de vuestra asociacio...
13.09 | 10:16
Hola, cuantas melfas hay y cuanto miden? Gracias